“INSTIGANDO EN EL MAR MERIDIONAL”

Los últimos movimientos de la Armada de los EEUU en el Mar Meridional de la China y el involucramiento de la India en este escenario demuestran que la llegada de los demócratas a la Casa Blanca no significará aplacar la agresividad en su política exterior

Hace ya casi veinte años cuando un incidente entre un avión caza chino y un avión espía “EP-3” de Armada de los Estados Unidos casí dio comienzo a un peligroso incidente al sur  del Mar Meridional de la China. Justamente en esos momentos comenzaba a ponerse en marcha la administración de George W. Bush y Dick Cheney que pasaría a la historia por lo que estaría por ocurrír unos meses después.

Aquel incidente se dio en el marco de operaciones de espionaje ilegal por parte de los EEUU sobre el espacio aéreo y marítimo chino próximas a la isla de Hainan. En ningún momento en aquel entonces, desde los medios anglosajones y mucho menos desde La Casa Blanca y el Departamento de Estado se excusaron por lo ocurrido. Por el contrario, los norteamericanos trataron de restarle dramatismo al suceso ya que (y como lo veríamos luego) la administración republicana estaba más avocado a centrarse en los asuntos que tenía planificados en el Oriente Medio (Iraq) y el centro de Asia (Afganistán).

A medida que han ido conquistando plazas en el Oriente Medio, los EEUU han estado concentrando sus esfuerzos y recursos en los objetivos estratégicos del este de Europa para medir a Rusia y del extremo Oriente para contener a China continental.

Por mediados de julio del 2020 Washington remitio al Mar Meridional dos portaaviones para engrosar la fuerza de ataque que aún mantiene en la zona. Fue así como el “USS Ronald Reagan” y el “USS Nimitz” se sumaron al grupo de tareas para la ejecución de “ejercicios” navales en el sur del Mar de la China en proximidades de las aguas en disputa. Para Beijing se trató de un claro acto de provocación que no amilano a los chinos.

Actualmente, las maniobras de la Flota estadounidense y de sus aliados en torno al Mar Meridional siguen sin pausa aunque, con nuevos elementos y participantes tácticos que permiten vislumbrar un escenario más peligroso en el cual, EEUU no necesite de usar sus barcos para enfrentar a sus rivales chinos.

La aparición de la India como un actor con intereses dentro de la navegación del Mar Meridional ha despertado las alarmas en Beijing ya que, el gobierno de Xi JinPing sospecha con acierto que se trata de una máscara detrás de la  cual se oculta Washington. Y es que aún no han terminado las disputas en el Himalaya entre ambos países y es algo que no escapa al conocimiento de los analistas de la región, que EEUU y sus aliados han estado gestionando con persistencia la colaboración de vecinos como Vietnam e Indonesia.

La inserción de la India en la pulseada por el control del corredor Indo-pacífico a simple vista sería una clara movida táctica de Washington para reforzar su Comando naval creado allá por 2018 pero no es así. La importancia de esta participación india pasa más por lo geopolítico y estratégico que por el apoyo naval en un intento por establecer paridad ante la creciente operatividad de la Armada del Ejército Popular Chino.  Para ello, Washington cuenta con el “Quad” que es una organización militar regional (similar a la OTAN) integrada por Japón, Australia y Corea del sur que es integrada y dirigida por un comando naval estadounidense.

La participación de la India se enmarca en la cooperación estratégica con la inteligencia naval de los EEUU que recopila datos de la región mediante el uso de inteligencia geoespacial algo para lo cual, la India adquirió en 2020 tres unidades de “Drones MQ-1 Predator” y que claramente están siendo utilizados para monitorear los movimientos navales chinos en el Indo-pacífico. Al mismo tiempo la contra parte china mantiene una constante y sigilosa vigilancia de los movimientos estadounidenses en el Mar Meridional que no deja lugar a posibles sorpresas desagradables. Con tan minuciosa actividad intrusiva no deberían surgir roces.

Igualmente no hay que descartar la colaboración de Gran Bretaña quien, con influencia en la Isla de Taiwan y una amplia red de inteligencia podría preparar –junto a sus colegas estadounidenses- una treta como la orquestada en el Cáucaso que culminó con la última guerra entre Armenia y Azerbaiyán.

La prensa estadounidense y sus Think Tank hablan de incursiones ilegales chinas en aguas de estos países rivereños pero en realidad ello no es tan así. Incluso estos mismos países asiáticos no han asentido o denunciado en ningún momento estas supuestas arbitrariedades de la Armada china que por el contrario, viene haciendo una política de dialogo, acercamiento y propuestas de colaboración para la seguridad regional. El Mar Meridional es una de las rutas comerciales marítimas más congestionadas del Asia y es por ello que China tiene el legitimo interés en controlar dicho espacio marítimo. Para ello los chinos han estado invirtiendo en el desarrollo de una Armada con capacidad para enfrentar las amenazas navales occidentales. Uno de los ejemplos de ésta política es la construcción del mega-astillero en las orillas del Mar de Bohai que tiene la capacidad de construir hasta cuatro submarinos nucleares al mismo tiempo. Sumado a esto, China está en pleno desarrollo de un portaaviones ultra moderno que incrementara su operatividad de vigilancia aérea y naval en los espacios marítimos más desprotegidos.

De no ser por la presencia china en las aguas del Mar Meridional, se producirían –como en otras partes del mundo- constantes violaciones y abusos al derecho de paso inocente por sus aguas que, además de la expoliación de sus recursos, pondría en peligro el tráfico de los interminables convoyes de buques contenedores y transporte de crudo. De este modo se garantiza a los miembros de los estados rivereños del ASEAN la seguridad en el tránsito marítimo.

A quien por el contrario le conviene el caos es a EEUU y es por ello que Beijing tiene serias preocupaciones en que puedan estarse fraguando alguna operación negra que trate de enturbiar las relaciones entre China y los miembros del ASEAN.

De este modo la presencia de la flota estadounidense maniobrando con las Armadas de este bloque comercial y las veladas incumbencias de la India en esta zona, llama a reflexionar cuales son sus verdaderas intensiones. Y es que a la vista de como han procedido en el pasado y sus antecedentes de lo que han aportado para la seguridad en otras regiones, nadie puede dar crédito que lo que estén buscando sea precisamente la “seguridad y la paz”, sino todo lo contrario. Además y considerando la posición política del ultranacionalista Narendra Modi, está muy claro que jugara todas sus cartas con tal de fastidiar a Beijing y si ello importa colaborar con los estadounidenses, bienvenida sea la oportunidad. Además ha quedado muy claro cual es la diplomacia de Washington con aquellos estados que muestren cierta remisión o desconfianza a sus  propuestas. Para ellos, las presiones al mejor estilo gansteril y las presiones diplomáticas llevara a que terminen por aceptar las ayudas “desinteresadas”.

Por lo pronto el gobierno chino no pierde el equilibrio y se mantiene firme en su posición sobre el Mar Meridional y ha demostrado estar determinado a no permitir provocaciones a su soberanía y a la seguridad de toda la región.

Deja un comentario

veteranosdelgolfopersico

UN INTEGRANTE DE LA ARMADA DE GUERRA DE ARGENTINA CON MIS EXPERIENCIAS VIVIDAS EN LA GUERRA PARA LA LIBERACION DE KUWAIT